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Ayurveda y las Doshas en tu Piel


La Ayurveda es una antigua medicina que surgió a partir del estudio de la naturaleza con el objetivo de lograr la salud y el bienestar, a través del equilibrio entre mente, cuerpo y alma. Los orígenes del Ayurveda se remontan a los textos sagrados conocidos como los Veda que contienen los principios fundamentales de la medicina ayurvédica que todavía siguen los profesionales hoy en día.


Ayurveda es más que un sistema de curación, es una práctica diaria para una vida saludable a través del bienestar y rituales del día a día que incluyen el uso de fuerzas naturales como el calor, el frío, las hierbas, los alimentos, el ejercicio y meditación. El objetivo final es lograr el equilibrio entre mente, cuerpo y alma. Según la filosofía básica del Ayurveda, el cosmos en el que vivimos está formado por cinco elementos fundamentales: agua, tierra, fuego, aire y éter.


Estos elementos están presentes tanto en los seres humanos como en el mundo que nos rodea. En los humanos, estos elementos se combinan en tres pares de energías vitales llamadas "Doshas" las cuáles son:  Vata, la energía del viento, Pitta, la energía del fuego y Kapha, la energía del agua y la tierra.


En todos nosotros hay un dosha predominante, cuyo poder fluctúa en sintonía con las estaciones, nuestro entorno y los factores de nuestro estilo de vida.


Tu dosha y los secretos de una piel sana


Nuestra piel es un reflejo de nuestra salud y bienestar interior.


En un mundo ideal, nuestra piel sería suave, humectada sin imperfecciones y tendría un "brillo saludable". Pero todos sabemos que esa no es la realidad. Lo que es importante recordar es que la piel imperfecta es completamente normal y el aspecto de nuestra piel puede deberse a muchos factores diferentes.


En Ayurveda, la calidad y las tendencias de nuestra piel pueden estar determinadas por nuestro dosha principal que permanece igual a lo largo de nuestra vida, pero nuestro estilo de vida, la dieta y la contaminación pueden provocar un aumento en otros doshas y tener un desequilibrio en ellos.

 

Parte del cuidado ayurvédico de la piel también es una rutina que aborda su dosha dominante. Esto es muy parecido a la medicina occidental, donde se utilizan productos para su tipo de piel.


¿Cuál es tu Dosha?


VATA DOSHA es ligero, seco y fresco. Si tu piel es delicada, propensa a la sequedad y fría al tacto, probablemente tengas piel Vata. Cuando está desequilibrada, la piel Vata puede volverse seca o opaca, o incluso enrojecerse las grietas en manos y pies son comunes . Los tipos de piel Vata son particularmente sensibles al estrés mental, que también puede afectar el cutis.


La naturaleza variable del vata dosha puede provocar algunas zonas grasas y otras secas, y las venas suelen ser claramente visibles a través de la piel fina. La circulación puede ser deficiente y puede provocar labios, uñas y piel pálidos.


La piel Vata tiende a secarse y envejecer rápidamente, por lo que debes utilizar:


-         Productos súper hidratantes como el aceite de almendras

-         Productos antioxidantes

-         Masajes con aceite tibio



PITTA DOSHA tiende a ser suave y cálida al tacto. Cuando están desequilibrados pueden sufrir irritación, brotes y enrojecimiento y no toleran el sol. Son propensos a inflamaciones, erupciones cutáneas y acné.


La piel Pitta suele ser más sensible y el estrés emocional, es fácil de detectar en una situación embarazosa ya que se sonrojan muy fácilmente.


La piel Pitta debería:


-         Proteger tu piel del sol

-         Evite la exfoliación excesiva

-         Evite el agua caliente y el vapor

- Usar Agua de Rosas y Aloe Vera



KAPHA DOSHA es brillante, fría al tacto y puede tender a ser suave, grasa y/o tersa.


Las personas con piel Kapha tienden a tener una piel de apariencia juvenil por mucho más tiempo que el resto de nosotros. Sin embargo, cuando está desequilibrada, la piel Kapha puede sufrir un exceso de grasa.


La piel Kapha es equilibrada, aunque también puede ser grasa. Para mantener la piel kapha sana deberías:


-         Usar aceites ligeros como el de semilla de uva, jojoba o arroz.

-         Limpiar con un exfoliante suave.


¿Te has identificado con alguna? ¿Tienes una mezcla de doshas? Cuéntanos qué te pareció esta información.

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